<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d19486965\x26blogName\x3dPaladeando+esencias\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dTAN\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://paladeando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://paladeando.blogspot.com/\x26vt\x3d-6685804585533296561', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script> <!-- START: PDF Online Script --> <script type="text/javascript"> var authorId = "E2CB4839-2DCC-4AA3-B4EC-CACC80A65E8A"; var pageOrientation = "0"; var topMargin = "0.5"; var bottomMargin = "0.5"; var leftMargin = "0.5"; var rightMargin = "0.5"; </script> <script type="text/javascript" src="http://web2.pdfonline.com/pdfonline/pdfonline.js"> </script> <!-- END: PDF Online Script -->

domingo, diciembre 13, 2009

LA ACEBEDA

Acuciado por los rigores del infierno, perdón verano, madrileño, cuando más aprieta la canícula, uno trata de encontrar un lugar no demasiado alejado del domicilio donde conseguir evadirse del sopor estival y disfrutar de una benefactora sombra.Buscando y rebuscando, barajando opciones, acabamos por dirigir nuestras pesquisas hacia un pueblecito situado en las estribaciones del puerto de Somosierra cuya distancia, 90 kilómetros, colmaba nuestras aspiraciones de cercanía.

Y lo que encontramos superó todas nuestras expectativas precedentes.La Acebeda, topónimo que significa lugar de acebos, aunque no hace honor a su nombre, es un remanso de paz.Con una población permanente de apenas 50 vecinos, el lugar destila tranquilidad a raudales.Como jocosamente comentaba uno de sus habitantes, en La Acebeda se recicla el stress.A pesar de su relativa proximidad a la capital, no se percibe en La Acebeda una saturación turística tan extremada como en otros paraísos rurales y es un hecho significativo que resulta prácticamente imposible adquirir un título de propiedad dentro de su término municipal.Parece que los rectores municipales han optado por un desarrollo turístico sostenible sin necesidad de sobreexplotar sus generosos recursos dentro de una prudente política digna de admiración pública.Y en puridad, sería deseable que así continuara.

En fin, imaginen un extenso robledal, como lo oyen, denso, intrincado, atravesado por un susurrante arroyuelo de aguas prístinas enmarcado dentro de un paisaje ensoñador.Solazarse en la hierba que crece en los márgenes del regato, mecido por la refrescante brisa que agita las ramas de los robles y adormecido por el murmullo del agua discurriendo entre las rocas que salpican su curso se puede considerar como uno de los más exquisitos placeres de que uno pueda disfrutar.Algo que, sinceramente, no tiene precio.Y en esta sociedad consumista a ultranza todos sabemos lo valioso que puede llegar a ser algo que no tiene precio.Quizás porque, como el caso que nos ocupa, no tiene precio por la sencilla razón de que no es susceptible de ser objeto de venta.La Acebeda, mi tesoro.

Etiquetas: , ,

Hit Counter